Mientras algunos pasan sus días
añorando sus infancias,
me temo que aún
no me curé de la mia;
y no tengo más remedio que:
vivir como un niño,
buscar como un niño,
ser irresponsable
(igual que un niño),
jugar como un niño,
preguntar como un niño,
dudar igual que un niño…
aunque me temo
que cada vez que pasas
(tú siempre tan guapa)
tengo
vocación
de viejo verde.